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Bruselas-. La plática telefónica de hora y media del presidente ruso, Vladimir Putin, y del estadounidense, Donald Trump, parece dejar hoy a Europa con la mira desde la barrera en la solución del conflicto ucraniano.
Sería ingenuo considerar que Trump y Putin hablen ahora de soluciones duraderas en el diferendo entre Rusia y Occidente, a través de la guerra en Ucrania, pero al menos se dio un primer paso para buscar cambios.
Ese primer intento causó un «shock» a dirigentes de Europa, cuyos países sacrificaron facilidades energéticas, comerciales y de proyectos de inversiones con Rusia, para crear un frente común con Ucrania, tal y como lo dictaba Washington.
El cambio de cosaca en la Casa Blanca, con un Donald Trump que prometió durante su campaña electoral buscar una solución inmediata al conflicto ucraniano, pareció introducir un cambio en cómo valorar el papel de Bruselas y Kiev en ese empeño.
La Europa de la época del demócrata Joe Biden desembolsó más de 150 mil millones de euros en el rearme de Kiev, sin tomar en cuenta que era necesario dinero para mantener bajas tarifas energéticas, conservar empleos, y sostener su competitividad.
De hecho, hubo casos como el del canciller federal alemán, Olaf Scholz, un socialdemócrata que en un momento pareció preferir destinar dinero a la compra de armas para Ucrania, por encima de necesidades de damnificados por inundaciones en 2024.
Las reacciones desde la barrera
El diario Politico señala que Ucrania y Europa esperaron durante años un encuentro de mandatarios de Rusia y Estados Unidos, pero cuando eso finalmente ocurrió, ello llevó a los aliados de Kiev a un verdadero espasmo.
Durante la plática telefónica con Putin, Trump aceptó comenzar las conversaciones para poner fin al conflicto y con ello anuló tres años de política de Estados Unidos respecto a Ucrania, lo cual dejó atónicos a los europeos, comenta Bloomberg.
La cadena CNN enfatizó en el tono reconciliador de ambos mandatarios en la plática, mientras que la revista The Economist estima que el diálogo provocó alarma entre los funcionarios europeos que temen un cambio de política de Washington.
La jefa de la diplomacia de la Unión Europea (UE), Kaja Kallas, apenas reclamó en su cuenta de la red X que en cualquier negociación sobre el conflicto Europa debe jugar un papel central, algo que no apareció en la plática telefónica.
De hecho, hubo una declaración de cancilleres de la UE sobre la necesidad de defender la integridad territorial de Ucrania, después que desde el Pentágono estimaron irreal un regreso de ese país a las frontera de antes de 2014.
Hace 11 años las repúblicas de Donetsk y Lugansk, en la zona del Donbás, proclamaron su independencia de Kiev en sendos referendos, como mismo lo hizo Crimea, que de inmediato pasó a jurisdicción rusa y evitó la guerra, no así la zona del Donbás.
La confrontación se agudizó, cuando el 24 de febrero de 2022, Putin ordenó una operación militar para proteger a la población sublevada del Donbás. Durante esa confrontación, Moscú también puso bajo su control a los territorios de Zaparozhie y Jersón.
Alemania, de locomotora a cigüeña
Si de pérdidas visibles se trata en la aplicación de una política de apoyo sin miramientos a Kiev, Alemania es un claro ejemplo de un país que pareció pasar de locomotora de la economía europea a prácticamente una cigüeña, estiman expertos.
El diario Bild comenta que Berlín para nada fue invitado a la discusión sobre el fin de la confrontación ucraniana, para “quedar así con las manos vacías”.
La parte germana sacrificó su cómodo sistema de suministros por gasoductos desde Rusia, con gas natural barato que le imprimía un alto grado de competitividad a su economía, para pasar a un esquema de compra de gas licuado caro a Estados Unidos.
Con tarifas energéticas tres veces más altas que en Estados Unidos, Alemania vive ahora una desindustrialización, con varias de sus grandes empresas mudadas a suelo norteamericano y en proceso de cierre.
Ahora, cuando empieza el tanteo de lo que puede ocurrir en Ucrania en el mandato de Trump, Europa descubre que, a todas luces, su papel será mirar todo desde la barrera, amén de sacrificios anteriores.
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