febrero 21, 2025

Un foro económico opositor hace eco en la voz de un progresista


Por La Época-.


Un foro económico se realizó en la ciudad de Santa Cruz, el pasado martes 4 de febrero, con la participación de siete candidatos de la oposición de derecha que se movió, en cada una de las intervenciones, alrededor de que Bolivia debe dar paso a la privatización de las empresas estatales -lo que debe ser leído como trasnacionalización- y finalizar el ciclo de vida del Estado Plurinacional. Lo llamativo de esa reunión de convencidos en torno a la necesidad de medidas fondomonetaristas es que contó con una voz poco disidente con esas ideas a pesar de su militancia política.

Con ideas fuerza ya instaladas desde hace meses, los aspirantes a la Presidencia concentraron sus intervenciones en descalificar la vigencia del modelo económico y del Estado Plurinacional sin tener la honestidad política de ser medianamente objetivos respecto a las causas que explican el carácter de la crisis económica actual, y es obvio que no lo iban a hacer pues de la desinformación y la confusión deliberada que se hace es que buscan crear y alimentar su base electoral.

En lo que no hay nada de original en todos ellos es la formulación de propuestas para superar la crisis. La salida a la crisis que proponen es la vieja receta neoliberal aplicada en las décadas del 80 y 90: acudir al Fondo Monetario Internacional (FMI), el cierre de las empresas públicas deficitarias, la eliminación de los subsidios y el despido de miles de servidores públicos. Y no podía faltar la línea ya desarrollada por el presidente Gonzalo Sánchez de Lozada en su primer mandato (1993-1997), cuando le hizo creer a bolivianos y bolivianas de que serían socios de las empresas “capitalizadas”.

Esta falta de profundidad en las “propuestas” de la oposición no se debe a la precaria o ausente formación intelectual de los mismos, aunque algunos pueden ser registrados en el casillero de la ignorancia funcional. Los límites de sus planteamientos debe ser leído a partir de los intereses de clase que representan y de la condición dependiente de la burguesía boliviana y de sus actores políticos, consustancial con el tipo de economía y Estado que caracterizó al país en el marco de las relaciones centro-periféricas en plena fase del imperialismo hasta antes de inaugurarse el Proceso de Cambio.

También era de suponer que los candidatos a la Presidencia para las elecciones generales de agosto de este año omitieran en sus mediocres reflexiones las consecuencias negativas del bloqueo económico que enfrenta el gobierno de Luis Arce desde la Asamblea Legislativa Plurinacional (ALP) y desde sectores de la burguesía hegemónica, como es el caso de la agroindustria. La escasez de aceite y arroz, por citar ejemplos, está directamente asociada a la guerra económica desplegada contra el Gobierno.

Y, para finalizar, el foro no se cuidó de dar alguna señal de pluralidad. El llamado Grupo Nueva Economía, y los medios de comunicación El Deber y Panamericana, tuvieron un “invitado especial”, el presidente del Senado, Andrónico Rodríguez, quien se puso en una línea de centro más marcada de la que tiene al contribuir con sus opiniones al eco de los furibundos críticos del tipo de economía que rige en el país desde enero de 2006.

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